Buscando al cóndor

Dice la leyenda que cuando el cóndor siente la cercanía de su muerte, se eleva hacia el cielo lo mas alto que pueda y luego se lanza para suicidarse. Nunca supe si esa es verdad o mentira pero la leyenda me dejó impresionada. El rey de los cielos, un pájaro monógamo de por vida sin depredador mas que el hombre, no me cabe en la cabeza que pueda morir de ese modo. Un ave que no mata pero que se mata no lo podía entender y siempre me quedo esa historia dando vueltas.

Recorriendo la Patagonia Argentina y parte de la Chilena, siempre busque al cóndor, fotografiarlo y verlo planear. Siempre que veía una montaña con manchas de guano me quedaba esperando para verlo. En la ruta confundía los jotes con el cóndor hasta que aprendí a diferenciar sus plumas. Incluso en San Rafael provincia de Mendoza me hicieron creer que en el Cañadón del Atuel hay cóndores lo cual es casi imposible por todo el cableado que entrecruza por la represa que hay en el lugar.

Lamentablemente el único cóndor que vi cerca fue en Temaikén y me provocó mucha tristeza ver al rey de los cielos encerrado, sin poder volar, sin disfrutar de la inmensidad del cielo, el lugar que le pertenece. El hombre no siempre construye, sino muchas veces destruye. ¿Hay necesidad de tener un cóndor en un parque de animales?

Camino al Parque Nacional Los Arrayanes, había muchos cóndores, pero con la mala suerte que tenia el sol encima. Sin embargo pude disfrutar de el. Claro que todo relato no es creíble sin una imagen.

condorito

Recuerdo esperar casi 5 horas en un mirador de cóndores en la ruta 40 hacia Junín de Los Andes, pero fue en vano, vino «condorito» y me aviso que no espere mas y me conforme con el gorrioncito y a mis espaldas la vista del volcán Lanín.

Ya luego en el Parque Nacional Lanin, esperando al cóndor venían teros, patos, jotes, halconcitos grises, caranchos. Todos los pájaros inimaginables, pero el cóndor no aparecía. En ese desfile de aves quizás ellos me querían decir algo: acá estamos, nosotros también somos hermosos. Si, pero ya tenia fotos de ellos. Yo quería el cóndor. Quizás si entonaba El cóndor de los Andes, alguno venia.

Jote Cabeza Colorada

Y entonces me pregunte: ¿ cuántas veces en la vida por empecinarnos a buscar algo, nos perdemos de otras? Y abandoné mi búsqueda del cóndor. Porque en el fondo, mientras el cóndor no sea visible es porque esta en las alturas, en su hábitat. Lejos de donde el hombre pueda dañarlo. Y me quedé conforme.

Es en la búsqueda misma que encontramos nuestra esencia, que nos ayuda a seguir. Siempre estamos buscando: un trabajo, un viaje, un hijo, una foto, un plan de vida, un descanso y muchas cosas mas. Pero al buscar no debemos dejar de lado el sentir.

Recuerdo mientras caminaba por el Parque Nacional Iguazú, buscaba en cada escalinata y en cada camino un salto de agua nuevo, un árbol, algún ave para poder tomar una mejor foto y en esa búsqueda empiezo a ver mariposas, cientos de ellas. Una mas hermosa que la otra. Ellas también buscan ya sea comida o con quien procrear.

En el año 2012 mientras buscaba como salir de la ciudad de  Santa Rosa de La Pampa, me encuentro con la llegada del Dakar que venia de la ciudad de Necochea y por supuesto pare a un costado de la ruta para sacar fotos. Quizás me demoraba en mi destino final, pero ¿cuantas veces mas en la vida iba a tener esa oportunidad sin buscarla?

 Y como dice una frase: «el que busca, encuentra» lo que pasa que a veces no sabemos que o con que nos vamos a encontrar. Algunas personas a veces sienten miedo si su viaje o su vida no está planificada. Creo que ese miedo hay que vencerlo y dejar que la vida nos sorprenda.
Nunca planifico mis viajes con anticipación. Cuando tengo ganas, salgo. Mientras no me falte mi cámara y lentes es mas que suficiente para mi. Algunos se preocupan en donde dormir o con que se van a encontrar en la ruta. Eso nunca me preocupo porque siempre encuentro donde dormir. No tengo un secreto para eso. Es tan simple como usar un buscador. Yo recomiendo usar Trivago. Nunca me ha fallado. Hoy en día es tan fácil acceder a un buscador, ya sea desde el celular o donde haya una señal wifi. Y sino, desde la comodidad de tu casa para los que planifican su viaje con anticipación.

Este es mi primer post del 2014 y estoy con ganas de viajar. Todavía no se donde. Dejaré que la vida me sorprenda. Mi cámara está lista y las ganas de viajar también.

(nota: la imagen destacada no es un cóndor macho)

fotos. Laura Schneider
@LauraSchne

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0 Thoughts to “Buscando al cóndor”

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