Nuestra Patagonia tiene miles de lugares escondidos, conocidos por lugareños y viajeros que visitan estos destinos porque están publicitados o son parte de algún tour. A veces porque lo leyeron en algún lugar o por recomendación también.
No tenía conocimiento de la Gruta de Lourdes hasta que viajé a Puerto Deseado, un lugar encerrado entre paredones de roca rodeado del silencio de la naturaleza o quizás del sonido que nos da la soledad y la fe. Miles y miles de personas visitan este lugar, tan alejado pero tan bello como natural. Mas alla de las peregrinaciones que se realizan, es un lindo lugar para recorrer sin necesidad de peregrinar. No importa si se es religioso o no, de hecho yo no lo soy pero me impresionó la necesidad de la fe y religiosidad en aquellos momentos cuando las palabras no pueden dar una explicación. Escondida en la gruta, es la Virgen la protagonista de tanto dolor y sufrimiento de todas estas personas que se acercaron al lugar.
Los recuerdos que las personas dejan, como una esperanza de protección al que se se enfermó, se accidentó o al que se fue, hizo de este lugar un santuario escondido, que nunca llegue a imaginar su magnitud. La fe puede mover montañas o no, pero calma la necesidad de que el dolor se comparta.
A pocos kilómetros de Puerto Deseado se puede visitar la Gruta de Lourdes, en el Cañadon de las Bandurrias. Las rocas volcánicas que la protegen tienen mas de 150 millones de años.
fotos: @ViajesYRelatos_