Luego de mi paso por Bajo Caracoles había escuchado maravillas de Lago Posadas. Estaba a tan solo 100 KM desde la ruta 40 y tenia que tomar la 39. Pero al ser ripio las distancias se miden en tiempo y no en kilómetros. Si a eso se le suma el paisaje de la estepa patagónica, lleva casi dos horas llegar. Néstor me había dicho dos horas. Es difícil describir el paisaje por su belleza, sus colores. En cada curva una inmensidad de colores aparecía ante mi. Lagos, montañas, güanacos e incluso llegue a ver uno del tipo albino. Una rareza.
También se la conoce como Hipólito Irigoyen y tiene tan solo 296 habitantes. Llegue cerca de las 17:30 hs y tenia que asegurarme donde dormir. Hay una gran variedad de hoteles y hospedajes y como en su mayoría no había turistas pude elegir. Quedé fascinada con una casa, estilo patagónica donde viven sus dueños, Horacio y su señora, y que también es hotel: Río Tarde. Así que allí me quedé y salí a recorrer.
Es importante tener en cuenta que lo mas cercano es Bajo Caracoles y las Cuevas de las Manos como sitio turístico. También esta Los Antiguos a 100 KM por la Ruta Provincial 41.Pero esta distancia de 100 Km lleva 4 horas y hay que tener ciertas precauciones en recorrerla, sobre todo averiguar el estado del tiempo. Esa misma ruta tiene un desvío, Paso Roballo, que lleva a Chile pero no es muy recomendable por los Gendarmes que viven allí.
Lago Posadas cuenta con una estación de servicio YPF, una posta de salud, la plaza pero lo mas importante es el lago. De un color azulado, donde se practica la pesca deportiva y se puede ver el típico paisaje patagónico con su mezcla de colores típica de la estepa. El agua es fría pero a pesar de eso, la gente se mete. El dato importante es que un istmo separa dos lagos: Posadas y Pueyrredón. En su mayoría habitada por truchas que incluso se las puede ver ya que el agua es muy transparente.
Estuve dos días alli, un dia recorriendo el lago y al día siguiente me fui a Las Cuevas de las Manos. No quiero imaginar lo que debe ser el invierno, ya que según el dueño del Hotel quedan prácticamente aislados. Hay que ser baqueano para recorrer la zona en esa época.
Me arrepiento no haber ido a la Garganta del Río Oro. Parte de la ruta me dio un poco de miedo el maniobrar y no tenia muy en claro hasta donde podía llegar con el auto. Horacio me explico pero no preste atención. Incluso había un poco de barro y no podía mover demasiado el auto y tuve que retroceder en cornisa. Mientras lo escribo me acuerdo y se me vienen escalofríos.
Es un lugar que volvería una y otra vez. Lo recomiendo mucho para los amantes de la pesca deportiva, para estar en contacto con la naturaleza y el paisaje y para disfrutar del silencio y tranquilidad.
fotos: @ViajesyRelatos_
