Este es un post que tengo pendiente de hace un par de años. Por distintas razones lo venia postergando. Creo que hay posts que necesitan momentos, los mismos momentos que siento cuando saco una foto. Gracias a mi participación en Global Voices, pude ir a Kenya y de paso me tome unos días porque quería recorrer el Masai Mara, en Kenia. Durante tantos años mirando documentales en National Geographic y Discovery Channel, fue la oportunidad para hacerme una escapada luego de mi estadía en Nairobi. Así que contraté un servicio de tours (solo se puede ingresar con tours a la reserva), con la diferencia que quería alojamiento en el mismo Masai Mara para hacer todas las excursiones. El motivo de que solo se puede ingresar a la reserva con tours autorizados es evitar que la gente lo haga por sus propios medios, intente acercarse a los animales que viven en su hábitat natural e incluso le den de comer. No falta el que quiere hacer eso por una simple foto y ni hablar de los selfistas, que por la emoción de la foto pueden ligarse la visita del cuerno de un búfalo. La empresa se llamaba Adventure Dragon Safaris y la recomiendo 100% ya que cumplieron con todas las condiciones que nos ofrecieron. No es un dato menor porque cuando estamos en otro país a veces dudamos que es bueno y que es malo o en que nos pueden engañar por desconocimiento.
Como estábamos todos en el mismo hotel, nos pasaron a buscar y nos llevaron hasta la reserva. Aproximadamente unas 3 horas de viaje con algunas paradas previas en la ruta. El tour era 3 días dos noches y todo incluido ya que en la reserva no hay lugares para comer o salir a caminar. En realidad estaba prohibido caminar por la reserva. Incluía desayuno, almuerzo y cena y tres recorridas por el Masai. El hospedaje, una especie de carpas bungalows, para dos personas cada una con baño y un sector para comedor. Como no hay energía eléctrica, tenían un generador para la noche y a las 22 hs en punto se apagaba el generador y todos a dormir ya que al otro día a levantarse bien temprano para recorrer la reserva. Los animales madrugan y si queríamos verlos en su hábitat, nosotros teníamos que hacer lo mismo.
Apenas entramos la reserva, ya se veían cebras, monos y alguna que otra gacela. Francis, nuestro guía nos decía: «esto no es nada» Así que apenas llegamos a nuestro hospedaje a dejar los bolsos y valijas que cargábamos de tantos días de estar en Nairobi, nos llevaron a recorrer una parte de la reserva y ver el atardecer. Ya ahí comenzábamos a ver elefantes, jirafas, mas cebras, búfalos, monos. Todos, absolutamente todos en total estado de libertad obviamente ya que es una reserva. La naturaleza hace su trabajo y de hecho al día siguiente pudimos ver un grupo de leones cazando un ñu y para alimentarse obviamente. Si bien había muchos ñus, aún no había llegado la gran migración que se produce todos los años. Luego me enteré que unos días después comenzó a llegar miles y miles de ñus al Masai Mara.
Las unidades de traslado en la reserva era combis especiales, con techo descubierto así todos veíamos absolutamente todo, ademas que para sacar fotos es la mejor opción. Recuerdo que en un momento una combi quedo atascada en un pozo de barro y no podía salir, así que tuvimos que bajar todos y empujar. La cuestión que muy cerca andaba un búfalo y ya nos empezaba a encarar asi que salimos rápido de allí. Parte de la aventura y después de todo estábamos invadiendo su territorio.
La cantidad de fotos que saque, no recuerdo, llevaba una Nikon D90 y el lente 70-300. Pero allí se necesitan lentes superiores a 400 mm para sacar buenas fotos. El tema es cargar con semejante lente sin pegarle a alguno en la cabeza en la combi. Para quienes cuenten con mas recursos, también existen tours privados.
A la noche hacía bastante frío porque era invierno, pero en los bungalows no se sentía. Respecto al tema de malaria, no recomiendo tomar las pastillas que suelen tener ya que el efecto no es bueno y muchos terminan con descompostura del estomago. Yo vivía a repelente todo el tiempo. Lo único que te exigen para ingresar a Kenia es la vacuna de fiebre amarilla.
El último día, pasamos unas cuantas horas con los Masai que viven allí en la reserva. En realidad terminó siendo una venta masiva de artesanía y demostraciones del baile que hacen con saltos que es un ritual de los jóvenes solteros. También se aprende algunas de sus costumbres: existe la poligamia y viven todos juntos y para casarse el hombre ofrece vacas a cambio de la mujer. Es importante tener en cuenta que a mayor rebaño, significa que el hombre tiene un mayor sustento. Las «casitas» donde viven son de barro, oscuras, que las construye la mujer. No tienen ventanas ni ningún tipo de iluminación externa (cabe aclarar que la electricidad no existe). Viven de su rebaño y se alimentan de ello. Los adolescentes van a la escuela que queda a muy pocos kilómetros. Como el tour había que pagarlo, se dejaron sacar todas las fotos que quisiéramos. Por eso termino siendo una visita «comercial» que para los que teníamos poco tiempo era mas que suficiente como para aprender algunas de sus costumbres. Dejo para otro post las fotos e historia de los Masai en Kenia.
Sin embargo, hay un libro que recomiendo: La Masai Blanca, que es la historia verdadera de una mujer que deja toda su vida en Europa para vivir con un hombre Masai. Es interesante ver el choque de culturas y como ella fue adaptándose poco a poco a su nueva vida. Si bien ella intentaba cambiarlo a el, le fue imposible. El libro prácticamente lo devoré en mi vuelo de regreso ya que es un poco largo el viaje porque desde Kenia, que viaje por Kenia Airways con escala en Sudáfrica y de allí combinación con South African Airway a Ezeiza. Tuve que hacer noche en Sudáfrica.
Les dejo algunas imágenes del Masai Mara. Fines de Invierno no es una buena época para ir ya que es cuando recién comienzan a llegar los animales de sus migraciones para alimentarse y sobre todo aparearse. Según nuestro guía, la primavera y verano son los momentos ideales.
Yo tuve la oportunidad de visitar dos parques naturales en Nairobi en los días posteriores a la reunión de GV, y en ambos había animales por todos lados. Y eso que estábamos en la ciudad. Nunca me hubiera imaginado ver en vivo y en directo y al alcance de mi mano babuinos, hipopótamos, rinocerontes, jirafas, elefantes.
Qué viaje increíble fue ese. Yo pasé la noche en el aeropuerto de Ámsterdam en mi regreso a Lima.
Supe del libro que recomiendas. Espero encontrarlo en algún recorrido de librerías.
claro en Nairobi tenes el Parque Nacional. No fui a ese porque no me dio el tiempo. Solo recorri el Hospital de Jirafas. Fijate si lo conseguis al libro sino en un proximo encuentro te lo llevo. Es una hermosa historia de amor entre dos mundos diferentes.